lunes, 17 de agosto de 2009

Nikkei e Ibex.

Decía Nietzche que "solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado". En estos últimos años anteriores a 2007 hemos creído que estábamos construyendo un futuro sólido y sostenido, sin grietas, y que las ganancias desmedidas en los mercados financieros tenían sentido un día si y otro también. Cuando se pone en duda hasta el sistema que hoy rige el mundo, cabe al menos plantearse si nuestros políticos y los individuos que verdaderamente gobiernan el mundo han hecho correctamente los deberes es estos últimos años.

Y digo esto porque, al igual que pasara en Japón en el principio de las dos décadas perdidas, USA y parcialmente Europa han puesto en marcha unos planes de rescate que repiten muchos de los errores cometidos por la Administración japonesa: insuficientes estímulos fiscales -sobre todo véase el caso español-, tipos de interés próximos al 0%, e ineficaces inyecciones de capital a los bancos zombies -excluimos a Bank of America y parcialmente a Citigruop, aunque el apalancamiento de su balance sigue siendo de aupa-. Es decir soluciones realizadas a medias condicionada por la hostilidad de la opición pública contra los bancos.

Sin más detalle que estos escuetos comentarios, ya que me gustaría escribir un post detallando un poco más las similitudes y disparidades de la crisis japonesa rerspecto a la actual, dejo hoy un chart de largo plazo del índice madrileño y el Nikkei, para reflexionar.

El Nikkei subió en 1756 sesiones un 473% aproximadamente. Mientras tanto, el Ibex subió en 3941 sesiones -un poco más del doble de tiempo que el Nikkei, precisamente 2,24 veces- un 766%, que representa un 61% más que la subida acontecida en Japón en casi 7 años. Cierto es que esta subida ha sido mucho más distendida en el tiempo, pero igualmente destacable es que el crecimiento económico de España no ha tenido nada que ver en estos últimos 15 años con la tasa de creciemiento Japonesa en los años 70 y 80.

Sin haber hecho méritos suficientes para ello, espero poder permitirme el lujo de juzgar parcialmente el pasado en un futuro post que iré redactando en las próximas semanas.

Un saludo y hasta pronto

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